Producto se agregó a su carro de compras

El fin del mercado persa

30 Marzo, 2012

Bienvenidos a mi nuevo blog, que en algunas cosas es igual y en otras es diferente.

Estas casitas están es una aldea de pescadores en Nova Scotia. Me encantaría pasar 6 meses ahí. Es lo más parecido a las Faroe Islands, que es donde verdaderamente quisiera estar.

Llevaba como dos años queriendo romper mi relación con Blogger, empacar mis cosas, irme para siempre y alojar mi blog en un sitio mejor. Lo fui posponiendo porque soy extraordinariamente apegada a mi blog y después tanto tiempo ahí me daba miedo perder a mis lectores y quedarme en una casa vacía como una niñita de 3 años diciendo con una vocecita “Mamá?…” mamá, mamá, mamá… (<- ese es el eco). Pero algún día hay que atreverse y la verdad es que mi relación con Blogger era un melodrama. En realidad no me fui, Blogger me sacó a patadas dejándome la huella del zapato en el pompis. No pude con él. O me iba o lanzaba la computadora por la ventana cualquier día con el riesgo de machacar una ardilla. Pero como soy de decisiones épicas, no solo me traje el blog sino todo. Y con todo me refiero a los 9837842374645 sitios que tenía en Internet: Un website para portafolio, otro website para los cursos (ambos incómodos, caducos, desactualizados), una página independiente para vender cada curso porque los websites no admitían PayPal, un blog en inglés para mostrar un portafolio más variado, otro blog por allí perdido para La Vuelta al Mundo y cuatro blogs pagados y privados en Typepad para dar los cursos. Usaba un sistema de ventas inventado por mi que no era automatizado (respondía todo a mano, Gmail me bloqueó dos veces por sospecha de spam), ni controlado y puedo escribir una novela de terror al respecto. Mi vida profesional era un mercado persa.

Les puse esta foto porque en teoría estamos en primavera… pero aquí aún falta para ver flores. Esta semana nevó.

Quien me lo dijo fue Sergi Meseguer. Me escribió un email muy educadito diciéndome que esa maraña de sitios web lo que daba era vergüenza total. Y, por haberlo dicho, mi vendetta fue contratarlo para hacerme una nueva web nueva. El fin del mercado persa y la fiesta psicodélica. Y digo que fue una venganza porque Sergi no sabía en lo que se estaba metiendo. Con mi sonrisita le mostré solo la punta del iceberg para luego desempuñar mis verdaderas ambiciones. Honestamente creo que nos volvimos locos el uno al otro porque esto tuvo más imprevistos que remodelar una cocina. Tras semanas de hablar desde el amanecer hasta la madrugada (en serio) y pedirnos permiso mutuamente hasta para ir a cenar, hoy tengo un website que:

. Integra mi blog, portafolio y tienda de cursos, entre otras cosas.
. Es lindo.
. La tienda es funcional, automatizada y no una tortura medieval como era antes.
. Alberga todas mis clases en sitios privados.
. Mis alumnos ahora podrán registrarse, ser miembros y tener acceso permanente a los cursos que compren.
. Tiene un mejor vínculo con las redes sociales y mi newsletter.
. Es totalmente personalizable. Sergi me diseñó una compleja caja que me permite ser creativa. La puedo rellenar, colorear, expandir y modificar de mil maneras a mi gusto dependiendo de mis necesidades o las fases de la Luna.

Luego vino Meisi. No quisiera ser tan lugarcomún de utilizar la imagen del hada con la varita, pero esta Cenicienta no sabe qué otra cosa decir. Elena Ferrer, Meisi, hizo plin plin y de pronto todo estaba precioso, correcto, limpio y coqueto. Trabajar con Elena es como un día en Disneylandia. La amo y me quiero casar con ella. Que nadie me la quite por favor.

Lo más asombroso de todo es que Sergi y yo aún nos queremos y, aunque varias veces quisimos arrancarnos el pelo el uno al otro, seguimos siendo amigos y lo volvería a contratar cuatrocientas veces, porque es brillante y adorable. Hago devolución formal y pública de Sergi Meseguer a su esposa (Vic, te lo doy casi como lo encontré, quizás un poco más gordito porque ejercicio no ha hecho. Gracias por prestármelo, casi te lo mato varias veces de un infarto, pero él también a mi, eh?). Mil gracias a mis queridos testers que hicieron el tour de prueba y me dieron su feedback: Laura, Patricia, Irene y Lau (quien también hace las veces de marido). Y a ustedes, los que me leen hoy les doy las gracias por no dejarme escuchando mi propio eco aquí y los invito a hacer unos cuantos clicks por el sitio, sobre todo si están esperando los cursos, porque están anunciados tres. Y antes de irme hoy, un par de cositas más:

Mi cumpleaños:
Gracias por dejarme tantos mensajes lindos de cumpleaños en Facebook y en los demás sitios. Tengo que ajustar la configuración de mi perfil porque me dijo mi mamá que no se ven, pero están todos ahí. Esos días estaba en una espiral de paroxismo pre-website y no he podido agradecer uno por uno, pero adoro y atesoro de los pies a la cabeza cada mensajito ♥ Mi amiga Isabel Pavía me regaló esta linda entrevista en su blog.

Marianne:
Los que tuvieron el infortunio de presenciar mi explosión de madre loca en Facebook lo saben: Marianne recibió cartas de aceptación en los tres colleges donde aplicó y terminaron los nervios y el suspenso. Escogió un programa muy interesante en un college espectacular así que estoy segura de que escribiré sobre eso más adelante, pero quiero darles las gracias a los que me dejaron su apoyo el día de los alaridos. Hay una historia tras bastidores que medio justifica mi falta de glamour. Se las debo.

El lunes vengo con una oda al color amarillo. Mientras tanto, díganme hola para saber que hay alguien allí. Hello? Helloooooooooo . . .)

En Escuela

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Ana

30 Marzo, 2012 11:18 am

Me gusta tu nueva website y todo lo que engloba. Enhorabuena! Un beso

El fin del mercado persa

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